Consejos de mantenimiento para tu jardin

Si te gustan las plantas y trabajar en el jardín te puedes considerar todo un artista. Los jardines son piezas de arte vivas, donde los colores los proveen las plantas y en vez de pinceles se utilizan las tijeras para podar y otro tipo de herramientas.

Pero más que una pieza de arte, la cual se termina y se cuelga en la pared, los jardines son cambiantes y se deben seguir trabajando año tras año. Dependiendo de cuanto le dediques notarás la diferencia entre un mero jardín y una exquisita obra maestra.

  Entonces hablemos un poco de aquellas tareas que hacen la gran diferencia.

Materiales de jardinería

Igual que los artistas, los jardineros y horticultores utilizamos herramientas de trabajo especializadas. Pero no te asustes, pues para jardines caseros con solo algunas de las principales basta. Además en la jardinería, siempre se puede substituir e inventar con las cosas que ya tenemos en la casa.

Entre las herramientas más indispensables se encuentran las tijeras para podar. Siempre recomiendo unas con navajas largas para podar setos o plantas con muchas hojas, y unas más pequeñas para hacer cortes diagonales limpios en las ramas y los troncos.

También debes incluir una pala para cavar boquetes y así poder transplantar. Un rastrillo para eliminar hojas y ramas secas del suelo. Una máquina para podar el césped y quizás unos guantes para protegerte las manos de insectos y de la salvia de algunas plantas.

Poda del césped

Una de las formas más fáciles de mantener el jardín luciendo como se debe es manteniendo el césped bien cortado.

Recuerda que este es el espacio más amplio que tiene el jardín y es el primero que se desluce cuando no está bien atendido.

Si no te gusta podarlo a menudo, al menos elimínale las hierbas malas.  De esta forma seguirá viéndose saludable aunque esté algo crecido. Las hierbas malas se reproducen muy fácilmente a través de sus semillas, así que mientras más las dejes crecer más difícil se te hará eliminarlas.

Poda de plantas

La mayoría de las plantas necesitan algún tipo de poda para mantenerse saludables. Dependiendo del tipo específico necesitarás hacerlo más o menos a menudo. Aprovecha una o dos veces al año para darle forma, esto promoverá el crecimiento de ramas y hojas nuevas. Además de mejor forma, esto le dará mayor fuerza a tus plantas y arbustos.

Riegos constantes

De nada vale regar un día y esperar tres meses para volver a regar. Las plantas igual que los seres humanos necesitamos hidratarnos constantemente. En nuestro caso, esto mantiene nuestros tejidos con mejor apariencia y funcionando como es debido, pues en el caso las plantas, también.

Riega más en épocas de verano o de sequía. También puedes agregarle “mulch”o viruta de jardín a la superficie del terreno para que se mantenga húmedo y el sol no le pegue de forma directa.

Fertilizantes

Hay plantas que parecen no necesitar fertilizantes, sobreviven sin muchísimas atenciones. Pero cuando las fertilizamos correctamente, enseguida podemos ver una gran diferencia. Se vuelven más saludables, le salen hojas, ramas nuevas y hasta florecen dependiendo de la especie.

Si no sabes qué tipo de fertilizante utilizar, procura siempre los orgánicos, sobre todo los  solubles en agua. Un error que muchos cometen es querer atosigar las plantas con fertilizantes químicos.

Si es la primera vez que fertilizas hazlo poco a poco y que el mismo esté bien diluido. Luego riega bastante para que se esparza por el terreno.

Cambio de plantas

Cuando las plantas andan maltrechas ya sea por plagas o falta de cuidados, podemos intentar rescatarlas de muchísimas maneras. Ya sea con los riegos, con fertilizantes, una buena poda, etc.

Pero llegará un momento en que ya la planta no puede dar más. Entonces es momento de cambiarla. Antes de hacerlo asegúrate de que el área esté libre de plagas y hongos que puedan atacar tu nueva planta. Aprovecha para inspeccionar el terreno, ya que puede estar muy compactado y falto de aireación.

Control de plagas

De vez en cuando llegan visitantes al jardín que nos dejan las plantas moribundas. Entre las plagas más comunes se encuentran las moscas blancas, los áfidos, los insectos escamosos, hongos, etc. Para todos hay remedios naturales que puedes procurar en tu vivero más cercano. Atácalos tan pronto notes el primer indicio.